Katiusha la canción de amor que se convirtió en cohete

Hay melodías que son universales, y que a la vez, no dejan de evocar su origen, la canción rusa Katiusha es una de aquellas. ¿¡Quien no conoce la melodía o al menos su vivaz coro?!:

I baytsu na dalniem pagranichie / Que un soldado que guarda la frontera,
Ot Katyushi pieriedai priviet. / Le ha robado a Katiusha el corazón.

Cuándo estaba en el colegio, la señorita Lili, maestra de música nos enseñó la melodía pero con el texto de otra canción, Minka. Hoy creo que fue su forma de protestar contra la dictadura. Minka es otra canción popular rusa de niños; en cambio Katiusha si bien es apolítica no es neutra, pues sus «Manzanos y perales florecidos a las orillas del nublado río» despiertan a una época de tensión y acción. Quizá por eso Katiusha fue adoptada por la barra brava del Spartak de Moscú como canto de aliento; o cautivó tanto a voluntarios fascistas de la española División Azul como los partisanos comunistas italianos, que emplearon la melodía en letras propias. En Israel, los vatikim de los kibbutz todavía cantan una curiosa versión en hebreo:

Livlevu Agas VeGam Tapuah / Arpilím yardu al ha-nahar
Ve-Katyusha az yats’ah la-su’ah / Eley hof talul ve-nehedar.

Herencia del tiempo en que la música popular israelí se identificó con los modos soviéticos en razón del compromiso de la URSS en la guerra contra los nazis.

Socorristas israelíes observan el lugar en el que impactó un cohete katiusha de Hizbulá en la localidad norteña de Akko, cerca de Haifa. (Foto PL: AP).
Socorristas israelíes observan el lugar en el que impactó un cohete katiusha de Hizbulá en la localidad norteña de Akko, cerca de Haifa. (Foto PL: AP).

Lo vistoso de la versión israelí es que las tres primeras silabas del nombre lo corean muy lento y el “yu” lo prolongan imitando el periplo del cohete homónimo: Ve-Kat- yyyuuuuuuu-sha, cantan con travesura. Lo que los octogenarios del kibbutz no sabían es que esta canción del tiempo de la independencia sonaría bastante parecido a los modernos katiushas con lo que Hezbolah ha baldeado las tierras israelíes.

La Katiusha original data de 1938 y es obra de dos judíos comunistas: Matvey Isaakovich Blanter, quien puso la inolvidable letra y Mijail Vasilevich Isakovsky, el poeta y compositor detrás de numerosas canciones soviéticas. La grabó la Orquesta de Jazz Estatal Soviética, y resultó ser un éxito inmediato. La lírica resultó ser una profecía aciaga: Katiusha, diminutivo de Catalina, camina junto a la orilla de un río difuso por la bruma, piensa en su novio, que está lejos, en su puesto, cuidando la frontera patria. Todo esto en la voz de Lidiya Ruslanova, que llegó a ser la más popular cantante de la Gran Guerra Patria, hasta que en la posguerra su red social se atravesó en el caminó de Stalin. Fue condenada al gulag, la prisión y el olvido, del cual fue sólo rehabilitada a la muerte del ‘padrecito’ Iossip Visarionovich.

Curiosidades de la historia, Katiuska, la canción de amor favorita de los soldados del ejército rojo, se convirtió a partir del verano de 1941 en el nombre distintivo de la primera producción de lanzacohetes BM8 y BM13, la más original de las armas de la industria soviética. Varios tubos de metal instalados en camiones, capaces de disparar hasta dieciséis, poco precisos pero ruidosos y devastadores cohetes de 130 mm, con alcance de hasta 6 kilómetros. Las versiones mejoradas no sólo cambiaron la suerte de Stalingrado sino de otras batallas, en Indochina, África y Medioriente.

¿Porque los lanzadores tomaron ese nombre?, nunca se lo preguntaron a sus autores, Mijail Vasilevich murió en 1973 y Matvey Blanter en 1990. Sobre este último alguna vez leí en el idischista periódico Forvarts una bizarra anécdota donde, el último día de la guerra, Blanter, estuvo a punto de morir de forma absurda.

Es 1945 y a la cruenta batalla de Berlín le quedan horas. Según la Forvarts, eran las cuatro de la mañana y Blanter estaba sentado bebiendo con el mariscal Vasili Chuikov, jefe del 8º Ejército, cuando de improviso Hans Krebs general alemán refugiado en el bunker llega a informar a Chuikov del suicidio de Hitler y a negociar los términos de la rendición. Cómo Blanter no tenía uniforme (y no podía mantenerse en pie) se le dijo que de momento se escondiera en un pequeño armario y que guardase silencio. La tensa negociación se alargó por varias horas, la tensión hizo olvidar la existencia de Blanter, hasta que finalmente el cuerpo medio exánime de Blanter cayó ruidosamente sobre la estancia asustando a Krebs. Chuikov lo presentó simplemente como el celebre autor de Katiusha. El alemán no entendió que hacía encerrado y quedó verdaderamente confundido. La verdad no importaba mucho, Krebs murió pocas horas después. Es que Katiusha siempre a singularizado la historia rusa.

5 comentarios en “Katiusha la canción de amor que se convirtió en cohete

  1. Hola. Me ha gustado mucho tu artículo sobre la canción KATIUSHA.

    Conocía el armamento, tb, llamado en la IIGM los organos de Stalin… por alguna novela de Sven Hassel

    y no he podido evitar llevarmelo a mi blog. Espero que no te parezca mal.

    Cito la fuente, faltaría más, y le pongo alguna cosita de mi cosecha.

    Un saludo y gracias.

    si no te gusta que me lo haya llevado, dejame un recado en piranoias y me lo cargo el post…

    saludos

    xose

    piranoias.blogspot.com

  2. Un artículo hermoso. Algo tienen estas canciones con mujeres enamoradas de soldados que esperan a que vuelvan que las hacen especialmente emotivas. Катюша está muy cerca de Lili Marleen e incluso de Tatuaje, qu cambia al soldado por un marino.

    gracia, una vez más por tus artículos

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