La rutina y el calor llevan a muchos residentes de Gaza a buscar refugio en las playas de la Franja. Abu-Muhammad, un conductor de taxi de Gaza, nos abre una ventana a una Gaza diversa.
Al final de su jornada, Abu Muhammad, taxista, se dirige a la playa en Jabalya. Abu Muhammad junto a miles de gazatíes, intenta olvidar las dificultades y encontrar un poco optimismo en las olas del Mediterráneo. En un monólogo nos habla del efecto calmante del mar y describe cómo la pequeña playa se convirtió en un lugar donde los gazatíes se hacen iguales y sin clases sociales.
“Por las tardes, al terminar mi trabajo, voy a casa, tomo a mi esposa y mis dos hijos y nos vamos a la playa. ¿Que se puede hacer en este país? ¿Mirar TV? Es siempre lo mismo ¿Mirar las noticias? Son todas malas. Por eso la playa. Mi hijo más joven no asiste todavía al jardín de infancia y el mayor está de vacaciones. Duermen en la playa. Eso está muy bien. Por lo menos consiguen un poco de aire fresco pues no tenemos aire acondicionado”.
“Para mí la playa es un refugio. A veces, en la playa de Jabalya, no hay lugar para sentarse. Todos van a la playa, todos escapan a la playa”.
“Voy por lo general en las tarde porque el sol está bajo y no necesito arrendar un quitasol. En ocasiones, cuando no hay trabajo, vamos durante el día. Quienes pueden permitírselo, arriendan una carpa por 20 shekels (US$5). Si tienes menos, alquilas un quitasol por la mitad de ese precio.
“Ir a la playa no cuesta mucho. Pasas la mitad del día allí por menos de 30 shekels. A veces, a mis hijos les compro una bebida o un bocado en la cafetería cercana. Conduzco a mucha gente. Sobre todo a las familias que también van a la playa así se que piensan. Un taxi, un quitasol, un par de bocados y algunas bebidas son 50 shekels. Pasan pues la jornada completa. Los pobres pueden también permitirse un día de playa especialmente si traen su merienda desde el hogar.
Patatas en vez de la carne
“Nadamos un poco con los niños pero la mayor parte del tiempo comemos y no hablamos nada. ¿De que se puede conversar? Todo apesta. En la playa ves a los niños divertirse. No miran los juguetes
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