El método de Sharon para salir Gaza está mostrando
a los israelíes el camino para obtener el verdadero premio:
Israel está dividido hoy por colores. Así como en Chile usar una banda elástica naranja en la muñeca significa que has aportado a la campaña Un Techo para Chile; lejanos a la problemática latinoamericana, para israelíes y palestinos el naranja le pertenece a la oposición de derecha al Primer Ministro Ariel Sharon. Protestan por su plan para sacar a los residentes judíos de los shtajim [Territorios] de Franja de Gaza y la parte norte del YeSha (Yehuda ve Shomron [Judea y Samaria]) el próximo 15 de agosto. Los residentes de los shtajim se apropiaron del color de la campaña ucraniana en favor de la democracia que denunció con éxito un fraude electoral, “La revolución naranja” le llamaron los medios. Quienes están a favor de la “desconexión” tomaron el azul, o azul y blanco como la bandera nacional israelí como su emblema.Si condujésemos por los sinuosos caminos que cruzan las colinas de Jerusalem, con su población mayoritariamente religiosa, podríamos ver los automóviles con bandas anaranjadas atadas en sus antenas de radio y espejos. Abajo, en el llano que se extiende frente a las costas del Mediterráneo, en el Tel- Aviv secular, veríamos más bandas y cintas azules. Esta guerra de los colores es la expresión pública de una discusión mucho más profunda: Se refiere a la visión de Israel y la capacidad de su democracia de absorber un acto tan profundamente divisor como el disengagement, el plan de desconexión unilateral de Ariel Sharon.
La protestas antigubernamentales han tomado muchas formas, desde furiosos adolescentes que bloquean las carreteras a los llamados que, prominentes rabinos, hacen a los jahalim para que desobedezcan las ordenes de evacuación. “Soldado, oficial, rechaza la orden” es la consigna que en las manifestaciones de la derecha nacionalista y religiosa se escucha con fervor. La figura del refusnik, aquel que rehúsa, el objetor de conciencia de la izquierda secular israelí florece ahora en versión jaredí. Los pocos que lo han hecho se han convertido en símbolos de esta lucha. Con todo, la indignación de los residentes del YeShA (Judea, Samaria y Gaza) hasta ahora no ha desembocado en violencia total; ambos lados han evitado la confrontación directa. Los jefes de seguridad del país, el ministro de defensa Shaúl Mofaz y el Inspector General de Policía, Moshé Karadi, anticipan que no sucederá el peor escenario posible: colonos atrincherados en sus casas disparando a los policías que ejecuten la orden de evacuarlos. Mofaz a dicho que según los informes que maneja, el movimiento de moradores judíos gazatíes no se arriesgará a perder la simpatía y ayuda pública restante rompiendo la democracia y las normas legales. “Tendrán que vivir con nosotros el día después de, y enviarán a sus hijos al mismo ejército, y lo saben” dijo Mofaz. El retiro real de los asentamientos está programado para el quince de agosto pero –hasta el momento- el ministro parece estar en lo correcto. Siquiera los últimos atentados suicidas dentro de territorio israelí han señalado una disconformidad con la tendencia.
En un principio el gobierno vaciló de actuar con energía y dureza frente a los bloqueadores de caminos y otros manifestantes. Pero la oposición sobrepasó la tenue línea de la tolerancia de la opinión pública israelí y Sharon utilizó estas manifestaciones para ganar el apoyo de la población para introducir medidas más duras contra la oposición a la desconexión. Sharon desbarató a los que predican la denegación de cumplir al exclamar que estaban “conduciendo a la destrucción del país” y autorizó que los órganos de seguridad tomaran líneas más duras. Así por ejemplo, el capitán Boris Albert, asignado a la rama logística de la Tzavá y que había rechazado órdenes fue procesado y hará frente a cargos criminales con una pena máxima de cuatro años de prisión efectiva.
Sin embargo, personas como el Fiscal General de Gobierno Meni Mazuz, todavía rechazan procesar a los principales rabinos, Abraham Shapiro y Mordejai Eliahu, este último miembro del Beit Din Harabani Hagadol, la Suprema Corte Rabínica del Estado de Israel. La razón, cuestionan la sabiduría de la decisión que significa arrastrar a conocidos ancianos a las comisarías policiales. Mazuz, quien es visto como un líder a seguir para miles de israelíes religiosos es hijo y descendiente de una larga línea de rabinos tunecinos, nacido y criado en Netivot, una de las ciudades en desarrollo del Neguev su biografía personal es un ejemplo para muchos sefaradies religiosos respecto a la posibilidad para salir de la pobreza y la separación.
Pero el Ejecutivo israelí cada vez está más seguro de sus pasos. La semana pasada Sharon firmó un decreto que cerraba la Franja de Gaza a todos los israelíes excepto los que aún viven y trabajan en los asentamientos prontos a ser evacuados. Su objetivo, impedir las marchas de miles de personas hacia Gush Katif, el área donde se encuentran la mayoría de los asentamientos objeto de la evacuación. El Consejo del YeShA, hace pocos días atrás había conseguido que diez mil manifestantes se concentraren en Netivot para partir rumbo a la Franja, pero la policía y el ejército bajo las ordenes de Nissan ‘Niso’ Shaham, jefe de la policía de fronteras en el Neguev, los detuvo con éxito en Kfar Maimón, un moshav del municipio de Eshkol cercano a la frontera de Gaza. Después de tres días bajo el abrasador verano, los millares de manifestantes ataviados de naranja tuvieron que volver a sus hogares no pudiendo lograr su doble meta: minar la autoridad del gobierno y reforzar los asentamientos de Gaza.
Curiosidades de la historia: Dondequiera que el general de brigada, general Niso Shaham, va, la conmoción le sigue. Hace cinco años, Shaham, entonces superintendente, estaba a cargo de los lugares santos de Jerusalem. En septiembre del 2000, él fue la única persona del ministerio de defensa que advirtió de las repercusiones que tendría la visita de Ariel Sharon, a la sazón, el segundo líder de la oposición al monte del templo o explanada de las mezquitas. Aquella vez el primer ministro Ehud Barak y Yehuda Wilk, comisionado de policía, desatendieron sus advertencias. Esta semana, Shaham fue el centro de los contactos con la dirección del Consejo de YeSha. Un factor de defensa argumenta: “Es mejor que Shaham no sea promovido a Comandante en la frontera en el Norte, eso sería seria clara muestra de inminente guerra con Siria”.
Aunque los del consejo del YeSha se retiraron prometiendo llegar por otras rutas a Gush Katif, lo relevante fue que durante toda la marcha se mantuvo una notable disciplina entre los marchantes, que evitaron todo tipo de violencia. Los analistas tomaron nota inmediata de esto. La primera conclusión es que el consejo del YeSha no pudo atraer más activistas más allá de su grupo base; residentes religiosos de los shtajim, muchos de ellos niños en sus vacaciones de verano. Al respecto, consejeros de Sharon destacaron que la capacidad de la dirección del movimiento de los colonos para controlar la muchedumbre es la lección más destacada de los acontecimientos de la semana. Tanto que fue gracias a ese punto que la fecha de la evacuación se mantiene para el quince de agosto.
“Estábamos muy asustados, pensábamos que perderían el control y posiblemente se tornaría todo más violento”, confidenció a la prensa israelí un factor cercano a Sharon. Incluso Sharon, Simón Peres y Ehud Olmert, habían sugerido días atrás adelantar unas jornadas la fecha para el retiro para cortar la protesta de los colonos. Pero Sharon se vio frustrado en su idea. Su oficina explicó que cambiar la fecha implicaba movimientos legales y operacionales que sólo redundarían en una oportunidad para enmarañar las cosas.
La incertidumbre por estos días entre los seguidores del naranja y el azul es la única certeza con la que cuentan. Ayer domingo se frustró un atentado suicida en Tel Aviv. Ese mismo día, más al Sur, activistas de la Jihad Islámica emboscaron un vehículo israelí mientras circulaba por el corredor que va al paso de Kissufim, Israel, causando la muerte de un matrimonio y heridas a otras cuatro personas. Dov Kol y Raquel Mizrahi habían logrado este shabat visitar a la hermana de Raquel en Ganei Tal, un asentamiento donde viven 400 personas. Mientras retornaban a su casa en Jerusalem en un convoy junto a otras siete personas Raquel llamó a su hijo para preguntar por la salud de su primera nieta, de un mes. Le comentaba que sería su última visita a los “agricultores de las arenas”. Estaba en lo correcto, hoy a sus funerales asistió el Presidente de Israel Moshé Katzav (a quien se puede ver con corbata en la fotografía adjunta).
Por otro el otro lado, el Primer Ministro de la ANP, Ahmed Qurei ha declarado que Israel todavía rechaza coordinar completamente la retirada con los palestinos. «La única coordinación es sobre materias procesales y todavía no tenemos bastantes detalles sobre el retiro,» declaró el pasado viernes a la prensa árabe. Qurei, más conocido como Abu Ala concluye: «Por lo tanto, nos estamos ocupando de esta cuestión sobre la base que Israel ha decidido unilateralmente salir. Intentamos entender que medidas planea Israel, pero no hemos recibido respuestas a muchas preguntas. No sabemos cuáles es la estrategia de Israel»
Certidumbres no existen en Franja de Gaza, sólo interrogaciones ¿La democracia prevalecerá sobre sus retadores, permitiendo que los establecimientos de Gaza sean evacuados de modo pacífico? ¿Cuál será el próximo grito de batalla de las muchedumbres anaranjadas? ¿Gaza se convertirá en un modelo de trabajo para el estado palestino, o un espacio para la frustración y aprovechamiento político del integrismo islámico?. A mi juicio, las respuestas las tendremos divisadas incluso antes que Michelle Bachelet se tercie la banda presidencial, aquí en Chile, en Marzo del próximo año.